Sonntagmorgen

Sonntagmorgen: [Son-tag-mor-guen] Domingo en la mañana

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     Ya van dos semanas. El clima ha mejorado desde entonces. Es raro ver las grandes partículas de polvo bailar por el aire. Parece como si contaran historias de años llenos de guerra, ciencia, y cambios. Desde aquí se aprecia la vida en pequeños sorbos de té y bocados de tostada. Los niños corriendo bicicleta con sus padres, no por diversión sino por necesidad, porque es más conveniente en esta ciudad. La gente corriendo para mantenerse en forma. El olor a barbacoa, anunciando que hay que aprovechar cada rayito de Sol antes de que se vaya el verano. Todo es encantador y curioso.
     Hay muchas cosas que me gusta de aquí. Empezando por las frutas realmente frescas, hacer la compra en el supermercado sin fundas plásticas (sueno media ambientalista), el agua del grifo es más limpia que el agua embotellada, el  sistema de transportación publico es exacto (cualquier cosa es más exacta que la AMA), el mercado donde puedes comprar todo fresco producido por granjeros del área, y que no necesitas plan médico. Con la última razón ya tuve experiencia. Pero no se preocupen, ya estoy bien. Me sorprendió que el hospital pareciera un hotel o un aeropuerto. Nada comparado con el Wilma Vázquez (a.k.a. El Matadero de Vega Baja). Lo mejor de todo, me atendieron rápido.
     Si, son pequeñas cosas, pero hacen una gran diferencia. Claro, nada se compara con el calor de la gente puertorriqueña, la comida (quiero comer mofongo con pollo a la criolla y aquí no hay plátanos), la playa, y sobre todo mi familia. Aquí la gente es “fría” en términos de proximidad. Nada de besos al saludarse o abrazos. Se siente raro a veces pero comprendo que es algo completamente cultural. Eso sí, los que he conocido hasta ahora son muy gentiles y tratan de incluirme en las conversaciones, o al menos explicar lo que están diciendo.
     Ayer fui a una barbacoa en casa de mi mentora. Todos hicieron un gran esfuerzo hablando inglés para que me sintiera cómoda. Descubrí que la mayoría había tomado clases de español, así que los hice practicar. Creo que mi mentora lo hizo a propósito porque la verdad que la pase muy bien. Había pollo, cordero, cerdo, queso feta con cebolla y tomates (si, queso a la parrilla, deberían probarlo), pasta, maíz, ensalada, y guineos rellenos de chocolate a la parrilla. No podían faltar las salchichas para poder hacer de esta una barbacoa alemana.
     Una de las preguntas que me hicieron fue si encontraba los hombres alemanes atractivos. Tuve que decir la verdad: Si, lo son. Me acorde a una conversación que tuve con un amigo: “Un feo español no es lo mismo que un feo puertorriqueño”. Los dos estuvimos de acuerdo, porque el acento le otorga puntos adicionales. Me dijeron que en Alemania las mujeres morenas y pequeñas son atractivas. Al reconocer que estoy en ese rango, debo anunciarles querido padre y madre, que me quedo en Alemania. Es solo un chiste, pero está entre mis opciones (no por encontrar un hombre, claro está). Llegue a la conclusión de que a todos nos atrae lo exótico, y no hay otra mejor manera de cómo explicarlo.
     ¿Qué más les puedo decir? El viernes celebramos que la inundación ha mejorado. En agradecimiento a todas las personas que ayudaron, hicieron un concierto. Sí, porque aquí cuando hay una inundación y el rio se sale de su cauce, la gente sale a ayudar. No esperan a que las agencias gubernamentales se encarguen de todo. Así que tomaron bolsas de arena y las colocaron a la orilla del rio, para evitar que el agua cause más daños. Moraleja: Todos somos parte del problema, pero juntos podemos aportar nuestro granito de arena y hacer la solución.
Es todo por ahora.
¡Los quiero! Tschüss!

P.D.
Aqui les dejo con algunas fotos


1 comentarios:

  1. Este blog esta bien cool!!!
    Ya quiero ir para Halle.
    Esa fresa se ve que esta bien rica, debes estar super contenta por que te encantan las fresas!!

    Disfruta mucho,

    Ciao

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Sobre mi:

Este blog relata mis experiencias durante mi internado de verano en Alemania. Soy nacida y criada en la isla de Puerto Rico. Idiomas que hablo: español, inglés, y un poco de francés. De alemán solo se decir Hallo!, Danke!, Guten Morgen!, Guten Tag!, y… Volkswagen. Eso no impidió que me interesara participar de dicho internado. Dos meses, un idioma extraño, y una cultura muy diferente a la mía. Es todo un reto. Aun así, es una aventura que no se podía dejar pasar.