Ich spreche kein Deutsch: Yo no hablo alemán.
Estoy a mediados de mi tercera semana aquí en
Alemania. Tres semanas de escuchar "Hallo!", "Guten
Morgen!", y "Scheiße!". Esa última palabra es mas común de lo
que se imaginan. Se preguntarán: ¿Cómo haces para entenderlos? Mi respuesta: No
los entiendo.
En la región en la que estoy, la mayoría de la gente en los lugares públicos, no hablan inglés. Mucho menos español. No saben lo terrible que se siente que no te entiendan. Te hablan normal, y con cara de pena tienes que decir “I don’t speak German”-porque ni eso sabes decir en alemán-. Y así es en todas partes desde el tren, hasta el restaurante de la esquina. Realmente necesito saber alemán. Hasta el momento no a la perfección, sino lo suficiente para sobrevivir. No son ellos los que necesitan saber inglés ni español para vivir aquí, así que no se les puede exigir. Todo esto me dejo pensado en la importancia de los idiomas.
Mucha gente piensa que el saber dos idiomas te hacen
ser más culto, y más fino. A veces no lo practicamos porque la gente
dice:"y esta/este qué hace hablando inglés? Seguro se quiere echar el
guille." No señoras y señores. El ser bilingüe no es algo que merezca un galardón,
ni una habilidad que (por lo menos yo) tengo para restregárselo en la cara a la
gente. Si tienes problemas porque los que hablaban inglés en tu escuela eran
los roqueritos siempre vestidos de negro, o las nenas que se creían Barbies,
pues debes superarlo. ¡Bien por ellos! Porque mientras tú te pasabas criticándolos,
ellos también te criticaban pero tú no los entendiste. Tienen diez puntos a su favor ampliando su
vocabulario en “el difícil”.
Lo confieso, yo era de las que hablaba inglés. Pero no
era para criticar a la gente (aunque siempre hacíamos un chiste). Lo que se se
lo debo a mi padre que siempre hacia un juego de charadas para que yo
aprendiera las palabras para mi prueba de dictado en la escuela elemental, una subscripción
a la revista Highlights, leer en
ingles, Barney and Friends, Spongebob, Hey Arlond!, Harry Potter
(tanto las películas como los libros)… En fin, horas frente al televisor con el
fastidioso closed caption, y como mis amigos hacían prácticamente lo mismo,
pues hablaba con ellos.
Saber más de un idioma no te hace tan especial (tomen
por ejemplo mis circunstancias). Pero si
es algo vital para vivir en esta sociedad. TODOS deberíamos ser bilingües, trilingües,
cuatrilingües, o cuidado si algo más. No por darnos el lujo de saber más que el
otro. El aprender un idioma te lleva a conocer más sobre la cultura de un país completamente
ajeno. Y si darnos cuenta, sentir empatía con alguien extraño. Véanlo como un
remedio más en la lista de primeros auxilios.
¿Y cómo he
sobrevivido? El 80% de las veces con el inglés. El otro 20% con señas,
fotos, lo que sea con tal de que me
entiendan. Y eso es el punto. No
importan si te han dicho:”no hables ingles porque te miran mal”. Si ingles es
lo que pueden entender y tú lo sabes
hablar, pues HABLA INGLES, ¿no crees? . No importa si te miran mal, no importa si se
burlan. Lo que si importa es que te entiendan.
En honor a todo
lo que aquí he escrito y a las experiencias en estos diecinueve días, he
comprado un arsenal de libros para por lo menos distinguir los distintos tipos
de jamones en el supermercado o hablarle al vecino que tanto se esfuerza en
hablar más allá de su inglés técnico. Entre
los libros que compré esta “German for Dummies”. Si, lo sé, es titulo es gracioso. Pero no lo subestimen
porque incluye hasta un CD con diálogos y pronunciaciones. ¡Esta espectacular!
Moraleja: “Si no
puedes contra ellos, úneteles”
¡Un beso! Tschüss!
P.D.
Todavía no he encontrado
un alemán que apeste. Si se bañan.
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